El concepto del halo (o aureola) es familiar para la mayoría de la gente en el Occidente así como en el Oriente, tanto en el arte cristiana como en el arte budista e hindú, encontramos ilustraciones de las llamadas aureolas.
Halo- Es notable que la imagen de este círculo de luz tiene su centro en el área de cierta zona del cerebro, desde la cual el círculo se extiende según su radio. En la tradición del Misterios, el funcionamiento de ciertas áreas del cerebro se conoce desde hace miles de años. En el extremo inferior de la espina dorsal hay una fuerza que duerme, que se llama el poder de la serpiente, también conocido como Kundalini. Afortunadamente, esta fuerza está dormida en la mayoría de las personas, porque despertar esta fuerza sin estar preparado, conduciría a delirios, así como a consecuencias muy peligrosas para la persona en cuestión y su entorno.
Los sabios siempre han advertido que no se debe liberar este poder sin control, ya que esta energía excedería la de las cataratas del Niágara. A menos que las cuerdas nerviosas del aspirante se purifiquen mediante una preparación ética y alquímica, la fuerza que se libera destruiría los vehículos más finos y físicos de esa persona.
Tales individuos suelen acabar en clínicas psiquiátricas y no son capaces de hacer frente a sus vidas. En el camino de la Iniciación, esta fuerza se eleva progresivamente. De esta manera, se logra activar áreas en el cerebro que sólo se usan rudimentariamente en la persona promedio. A partir de ahí, la conciencia del aspirante se eleva a la intuición. Esto deja claro que el verdadero desarrollo también va acompañado de cambios físicamente medibles.
Una reflexión más profunda merece la declaración de Cristo: “Sean como niños otra vez…” Esto indica que los niños todavía tienen un flujo de fuerza ascendente sin obstáculos. Poco antes del comienzo de la pubertad este canal se cierra en el extremo inferior de la columna vertebral, porque el aumento de la potencia sexual actuaría con demasiada fuerza y el resultado llevaría a trastornos psicológicos.
Los cursos de la Academia Hermética enseñan a los estudiantes a activar estos centros de energía y desarrollar su potencial.